miércoles, 12 de diciembre de 2012
lunes, 7 de mayo de 2012
viernes, 30 de marzo de 2012
JUEGO DE LA OCA
Fácil de jugar, fácil para aprender:
- Los periodos están referidos en los carteles indicadores. El más amplio son las últimas 14 casillas correspondientes a las estaciones del VIACRUCIS (30-43).
- Se corre de periodo en periodo (6, 12, 17, 22 25 29) sin repetir tirada.
- Casilla 14 30 monedas de plata para entregar a Jesús "Si te dejas comprar, párate un turno a pensar"
- Cruz con rosas: intercambio de casillas (de la 16 a la 31 o viceversa) "Si de la cruz te enamoras cortas se te harán las horas"
- Las casillas de descanso son las tres caídas del Señor: 32 (primera, un turno sin tirar), 36 (segunda, dos turnos sin tirar), 38 (tercera, tres turnos sin tirar). "Para el aliento recuperar, un poco tendrás que esperar"
- Jesús crucificado (casilla 41, Cristo de Velázquez) "Si al crucificado miras, desde la casilla de salida
tiras" (volver a la casilla de Salida)
APARIENCIAS
Cuando decimos que "las apariencias engañan" queremos expresar que algo o alguien que pensábamos que era de una manera nos sorprende mostrándonos algo que no esperábamos.
Nuestro pensamiento se forma una imagen por lo que vemos a primera vista y, a partir de ahí, nuestras actitudes son enfocadas bajo el filtro de esa apariencia.
El aspecto externo de las personas no muestra lo que son por dentro, aunque a veces nos da pistas.
Con frecuencia etiquetamos a las personas sin conocerlas realmente, sólo nos fijamos en lo que nuestros ojos nos transmiten y no pasamos de lo puramente superficial.
Jesucristo fue un hombre moreno, judío, con barba y pelo largo, lleno del polvo de los caminos, de clase humilde, criticado por hacerse llamar "rey de los judíos", amigo de prostitutas y ladrones, nacido en un establo, carpintero... sin embargo... su mensaje, su vida y su palabra lleva 2000 años movilizando al mundo.
¿No creéis que la apariencias realmente engañan? ¡Vivamos con ojos de afecto que miran más allá de lo que ven!
Nuestro pensamiento se forma una imagen por lo que vemos a primera vista y, a partir de ahí, nuestras actitudes son enfocadas bajo el filtro de esa apariencia.
El aspecto externo de las personas no muestra lo que son por dentro, aunque a veces nos da pistas.
Con frecuencia etiquetamos a las personas sin conocerlas realmente, sólo nos fijamos en lo que nuestros ojos nos transmiten y no pasamos de lo puramente superficial.
Jesucristo fue un hombre moreno, judío, con barba y pelo largo, lleno del polvo de los caminos, de clase humilde, criticado por hacerse llamar "rey de los judíos", amigo de prostitutas y ladrones, nacido en un establo, carpintero... sin embargo... su mensaje, su vida y su palabra lleva 2000 años movilizando al mundo.
¿No creéis que la apariencias realmente engañan? ¡Vivamos con ojos de afecto que miran más allá de lo que ven!
martes, 20 de marzo de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)